Según podemos leer hoy en lavanguardia.com, Simone Biles, una de las grandes estrellas de estos Juegos Olímpicos, ha dado un paso al frente y ha reconocido que no puede lidiar con la presión y las expectativas a las que tiene que responder. Por ello, rechazó participar en la final por equipos de gimnasia artísticas y tampoco estará en la competición individual.
La confesión de Biles ha servido para visibilizar los problemas de salud mental, que ahora más que nunca están a la orden del día.
“Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, reflexionó la superestrella estadounidense.