El 13 de enero se conmemora el día mundial de la lucha contra la depresión. Se trata de un trastorno de elevada frecuencia, pues se estima que lo padece alrededor del 5% de la población adulta.
Es necesario hacer distinción entre los cambios en el estado de ánimo, o las emociones desagradables en respuesta a los problemas diarios, y la depresión como trastorno, que llega a ser un problema de salud muy serio y que puede llevar incluso, en los casos más graves, al suicidio. Una persona con depresión experimentará síntomas como tristeza, irritabilidad, sensación de vacío y pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas. También aparecen problemas en el funcionamiento diario, desesperanza, problemas del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensaciones de falta de energía (Organización Mundial de la Salud, 2021).
Se ha establecido que entre el 2 y el 8% de los niños y adolescentes pueden estar afectados de depresión, con el pico de incidencia situado alrededor de la pubertad. De estos, sobre un tercio llega a realizar un intento de suicidio (Hazell, 2011).
En el caso de la etapa perinatal, la depresión durante el embarazo o en el primer año tras el parto es un trastorno común que puede tener consecuencias devastadoras tanto para la madre como para el bebé y los demás miembros de la familia. La prevalencia de depresión (mayor o menor) se sitúa entre el 8,5 y el 11% durante el embarazo y entre el 6,5 y el 12,9% durante el primer año tras el nacimiento del bebé. Podríamos decir que es una de las complicaciones más frecuentes durante esta etapa (Gaynes et al., 2005).
La Psicología tiene mucho que aportar en el tratamiento de la depresión, pues existen psicoterapias eficaces que han demostrado sus buenos resultados tanto a nivel científico como en la práctica clínica. Aun así, nos encontramos con el obstáculo de la accesibilidad a estas terapias, pues la mayoría de las personas con depresión que proceden de países con ingresos bajos o medios no reciben ningún tratamiento. Entre las posibles causas, además de la falta de recursos, existen limitaciones en la cantidad de profesionales sanitarios capacitados y accesibles para aplicar el tratamiento y, el estigma asociado con los problemas de salud mental tampoco ayuda (Organización Mundial de la Salud, 2021).
En cuanto a los resultados de estas terapias psicológicas para la depresión, la bibliografía indica que diferentes tipos de psicoterapias son eficaces para el tratamiento de este trastorno, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal, la terapia de solución de problemas o la activación conductual.
Las diferencias en resultados entre las distintas terapias son pequeñas y su eficacia para la depresión leve y moderada es la misma que la de los fármacos. La psicoterapia no solo es efectiva en la población adulta en general, sino también en personas mayores, en mujeres con depresión postparto, en pacientes con otros problemas médicos, en personas hospitalizadas o en pacientes con depresión crónica y con depresión subclínica (Cuijpers et al., 2011).
Beatriz Navarro Bravo.
Nº Colegiada CM01789
Referencias:
Cuijpers, P., Andersson, G., Donker, T., & van Straten, A. (2011). Psychological treatment of depression: Results of a series of meta-analyses. Nordic Journal of Psychiatry, 65(6), 354-364. https://doi.org/10.3109/08039488.2011.596570
Gaynes, B. N., Gavin, N., Meltzer-Brody, S., Lohr, K. N., Swinson, T., Gartlehner, G., Brody, S., & Miller, W. C. (2005). Perinatal depression: Prevalence, screening accuracy, and screening outcomes. Evidence Report/Technology Assessment (Summary), 119, 1-8. https://doi.org/10.1037/e439372005-001
Hazell, P. (2011). Depression in children and adolescents. BMJ Clinical Evidence, 2011, 1008.
Organización Mundial de la Salud. (2021). Depresión. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
