Hoy, día 3 de Diciembre, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Como Discapacidad entendemos aquella condición Física, Intelectual o Sensorial que a lo largo del tiempo afecta a la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad.
Por ello este escrito versa principalmente sobre en como la forma de participar e incluir plenamente a las personas con discapacidad se hace hoy más necesaria que nunca, ya que el 8,5 % de la población sufre de alguna alteración o Discapacidad (Encuesta realizada por el INE 2008, la última encuesta realizada el INE es del segundo semestre del 2019, pero está todavía sin publicar).Esta encuesta actual del 2019 se refleja que en 3,3 millones de hogares españoles residía al menos una persona que afirmaba tener discapacidad, lo que suponía un 20 por ciento. Además, en 608.000 hogares la persona con discapacidad vivía sola.
Debido a estos datos debemos de solicitar que las autoridades deban de tener en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad, que deben de considerarlas individualizando a las personas, dotando a los colectivos de los recursos necesarios para que estas evaluaciones e intervenciones con Personas con Discapacidad sean individualizadas. No hay un ser humano igual a otro, aunque si debemos ser iguales en derechos y estos derechos deben ser revisados en el colectivo de Personas con Discapacidad.
Hay varias áreas en las que debemos hacer prioritariamente esta reflexión:
La familia: Es el contexto fundamental de desarrollo psicológico de la persona. Comprender la complejidad del sistema familiar, en su dinámica interna y en su relación con otros contextos, y saber identificar las características propias de cada familia constituyen aspectos fundamentales para la planificación eficaz de la familia en ella. La sobreprotección, aun siendo una reacción comprensible, debe ser evitada. Empobrece el contexto de crianza y limita las posibilidades de estimulación y desarrollo de las capacidades de la persona.
El contexto educativo: Las prácticas educativas son concebidas como contextos para el desarrollo del individuo, siempre desde una posición de clara interdependencia. Es necesaria la inclusión y dicha inclusión de las personas con discapacidad pasa por muchos puntos. Uno de ellos es llevar a cabo un análisis exhaustivo de cómo se lleva a cabo está inclusión, ya que los equipos de Orientación son escasos e incompletos, y la falta de profesionales como por ejemplo las figuras de los/as Psicólogos/as Educativos/as, dentro de dicho equipos de orientación. Una reforma de los métodos de inclusión que actualmente se llevan a cabo, puede ser un inicio. Por ejemplo, en el siglo XXI todavía se da un hecho que perjudica seriamente a los/as niños/as con discapacidades y es que ante las dificultades de aprendizaje, siguen saliendo a recibir sus apoyo fuera del aula, un hecho que hace que se les estigmaticen y no se lleve a cabo está inclusión.
En el contexto Sanitario: En este medio se detectan muchas carencias en la interacción con las personas con discapacidad, el principal y del cuál se debe de poner en marcha con urgencia es, la necesidad de la personalización de la persona con discapacidad. Hay una necesidad urgente de que los profesionales sanitarios se formen en la diversidad funcional y aprendan como realizar intervenciones conjuntamente con otros equipos multidisciplinares que trabajan con las personas con discapacidad, para así poder completar las intervenciones de una manera adecuada y eficaz para el buen desarrollo de las personas con discapacidad.
En el contexto Laboral: El desempeño de un trabajo es importante para la transición a la independencia personal y profesional de las personas con discapacidad. Constituye un valor que aumenta nuestra estima, nos proporciona identidad y nos hace sentir como ciudadanos contribuyentes a nuestra comunidad. Este hecho se ha de reconocer también en personas con discapacidad. La evidencia existente demuestra que las personas con discapacidades pueden trabajar, incluso aquellas con discapacidades más significativas. Por lo que las administraciones, los empresario y la sociedad en general deben de realizar un proceso de evaluación continua que fomente el equilibrio entre las necesidades y los apoyos, entre las demandas y los recursos, para así poder llegar a la plena inclusión laboral de las personas con discapacidades.
Por todo los anterior, la sociedad debe de ser consciente de que las diversas capacidades no hacen más que sumar a nuestra sociedad e intentar de forma individual, poner cada uno nuestro granito de arena para que todo ello se lleve a cabo y juntos podamos fortalecernos como una sociedad avanzada y acorde a nuestra era. Necesitamos que urgentemente en los contextos señalados se haga una reflexión para poder llevar a cabo este paso hacía la inclusión de las personas con discapacidad.
María Reyes Massó Castillo.
Psicóloga.
Vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Colegiada CM01600