En 1994, la Organización Mundial de la Salud, declaró el 21 de septiembre como Día Mundial del Alzheimer.
La Enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia degenerativa crónica e irreversible cuyo órgano diana principal es el cerebro, y por tanto, afecta a las capacidades cognitivas superiores como la memoria, el lenguaje, la atención o la orientación, entre otras. Estas funciones sufren un deterioro progresivo. Además, supone la afectación también de las actividades cotidianas de la persona, y se acompaña habitualmente de alteraciones psicológicas y del comportamiento, muchas de ellas de difícil abordaje por parte de las personas cuidadoras.
Las demencias son las responsables del mayor porcentaje de discapacidad y dependencia entre las personas mayores, las cuales, presentan una serie de necesidades, desde las más básicas a las superiores, que deben ser tenidas en cuenta para garantizar una adecuada calidad de vida durante el proceso. Estas necesidades son abordadas en su mayor parte por el entorno familiar.
Desde el Colegio Oficial de Psicología de Castilla-La Mancha queremos resaltar la importancia y el reconocimiento que merecen todas las personas que dedican su vida y sus esfuerzos en cuidar a sus familiares con enfermedad de Alzheimer, a pesar del elevado coste emocional y personal que supone, sin olvidar también que hay un importante grado de satisfacción y compromiso personal que se considera una consecuencia positiva del cuidado.
Por ello, queremos ofrecer a continuación un esquema, que siguiendo las directrices de la Pirámide de necesidades de Maslow, pretende comparar las necesidades que presentan las personas enfermas de Alzheimer con aquellas necesidades que pueden tener las personas que las cuidan, así como unas claves para favorecer el tan necesario autocuidado personal.
