El pasado jueves, 8 de junio, la secretaria del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha, María del Mar Aguilar, asistía a la presentación virtual del libro “Muerte por Suicidio. El sufrimiento de las víctimas y el duelo de los supervivientes”, organizado por la Academia de Psicología de España.
La presentación corrió a cargo del autor del libro, el Enrique Echeburúa Odriozola y estuvo moderada por la académica Mari Paz García-Vera, dentro del Plan de Psicología de España.
En el transcurso del acto se habló de la muerte como parte de la vida, aludiendo al suicidio como muerte voluntaria que provoca miedo y fascinación. Vivimos en una sociedad sumida en una cultura en la que se espera que las personas nos mostremos felices y positivas y en la que, en muchas ocasiones, no tiene cabida mostrarse vulnerables o tristes, o pedir ayuda de un profesional de la salud mental.
El libro presentado por el Dr. Echeburúa tiene la intención de analizar de forma integrada los distintos aspectos relacionados con la muerte por suicidio y el duelo de los supervivientes, y combatir el estigma asociado al suicidio, que dificulta la búsqueda de ayuda de las personas que tienen ideación suicida.
Mari Paz García-Vera resaltó que este libro supone, entre otras cosas, una contribución relevante para la formación de los profesionales de la Psicología.
El Dr. Echeburúa agradeció a la Academia de la Psicología la oportunidad de poder presentarlo, porque el suicidio es un problema de preocupación social que ha emergido en los últimos años, y porque existen pocos libros de tipo clínico que aborden este tema. Enrique Echeburúa ha tratado, en su texto, integrar el sufrimiento de las víctimas y el duelo de los supervivientes.
El profesor expuso que, por cada persona que se suicida, hay una onda expansiva que afecta al menos a otras cuatro personas. Implica sentimientos de vergüenza y culpa y un estigma y un aura de silencio.
El suicidio no deja de ser un enigma que genera desolación. A día de hoy conocemos más este tema y se están desarrollando estrategias de afrontamiento para personas que han tenido algún intento autolítico.
A nivel emocional, lo latente es el sufrimiento emocional. A nivel conductual existe una falta de estrategias conductuales de la persona y a nivel cognitivo una idea continua de desesperanza que hay que abordar.
En las últimas dos décadas el índice de suicidios ha aumentado en torno al 15 %, de ahí la necesidad de invertir más recursos en prevención y psicoeducación en torno a este tema.
El rango de edad de entre los 30-59 años es el que tiene un mayor índice de suicidio con un 50%, el siguiente grupo seria el que estaría por encima de estas edades con un 40% y el grupo de personas con menor índice de suicidio es el de jóvenes (10%). El índice es menor en España que en otros países europeos.
Enrique Echeburúa trató de aclarar términos como la ideación suicida, la tentativa suicida, la motivación suicida y las autolesiones como forma de regular el dolor emocional.
Según Echeburúa el suicidio en la edad adulta no puede asociarse siempre a un trastorno mental, y existen variables que pueden ser determinantes a la hora de llevar a cabo este tipo de conducta. Cuando hablamos de trastornos mentales asociados al suicidio, salen a relucir algunos como la depresión grave, el trastorno bipolar, la dependencia alcohólica o la dependencia a otras sustancias psicoactivas, la anorexia restrictiva de larga evolución, la esquizofrenia…
El profesor destacó que el suicido a partir de los 65 años puede estar asociado a la depresión profunda, a limitaciones físicas, a la soledad no deseada, o a la vida pasiva, por lo tanto, habría que tener en cuenta todos estos factores de cara a una intervención efectiva.
Enrique Echeburúa diferenció entre el suicidio impulsivo y el suicidio planificado, y entre los factores de riesgos más importantes destacó los factores inmodificables, destacan el haber tenido una tentativa previa de suicidio, tener antecedentes familiares de primer grado de suicidio, la presencia de sucesos traumáticos, ser varón; y los factores modificables, como una adicción química o comportamental, TCA, situaciones de estrés y soledad.
Entre los factores de protección a abordar destacan la gestión emocional, adecuada, la gestión del estrés, la capacidad de resolución de los conflictos de una forma adecuada, favorecer una elevada autoestima, favorecer el apoyo socio familiar, contar con un proyecto vital, abordar los problemas de salud mental, fomentar redes de apoyo social en la tercera edad, etc.
Se puso de manifiesto que hay unas guías de buenas prácticas para poder abordar la noticia de que una persona haya llevado a cabo esta decisión. A su vez, el profesor resaltó que el libro aborda la intervención con la gestión del duelo de los supervivientes, de una forma exhaustiva.
El presidente de la Academia de Psicología, Heliodoro Carpintero Capell, cerró la sesión dando las gracias a Enrique Echeburúa Odriozola por la intervención desarrollada.