El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su Plan de Salud Mental 2018-2025, ha asumido entre sus objetivos prioritarios la elaboración de estrategias para la prevención del suicidio y la intervención ante tentativas autolíticas.
La planificación y desarrollo de las actuaciones derivadas de dichas estrategias se lleva a cabo de forma coordinada entre los distintos sectores implicados, tanto a nivel institucional como colegios profesionales, asociaciones y organizaciones no gubernamentales.
La mejora de la atención a las personas en riesgo de suicidio implica actuar sobre diversos factores de riesgo y promover los factores de protección que puedan influir en la conducta. Las acciones específicas contemplan la difusión de protocolos para mejorar la detección e intervención, así como divulgación y sensibilización en el entorno familiar, social y profesional de la persona.
De esta forma, el desarrollo de las Estrategias para la Prevención del Suicidio en Castilla-La Mancha es fruto de un importante esfuerzo de colaboración intersectorial e interdisciplinar de los profesionales sanitarios y no sanitarios de diversas entidades de la región para mejorar el conocimiento de la situación del suicidio en la región, aunar intereses en torno al problema y mejorar en cuanto a la coordinación y las maneras de intervenir.
Las cuatro líneas estratégicas definidas, se componen de 14 objetivos específicos y 44 acciones:
Línea 1: Generación y gestión del conocimiento.
Línea 2: Prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población adulta.
Línea 3: Prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población infanto juvenil
Línea estratégica 4: Prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población adulta mayor y personas frágiles