El próximo 7 de junio, Ciudad Real será el escenario en el que se desarrollará la XVI edición de la Jornada Regional de Psicología y Sociedad que, como cada año, organiza el Colegio Oficial de Psicología de Castilla-La Mancha.
Al igual que en ediciones anteriores, esta institución colegial somete a debate asuntos que interesan y preocupan a la ciudadanía, siendo la temática elegida para este año el impacto que está teniendo el mal uso de Internet y las redes sociales en la población más joven, y como se puede reconducir este aspecto a través de la educación.
Nos encontramos en un momento en el que es más que evidente la existencia de una sobre estimulación de nuestros y nuestras adolescentes generada por la permanente “conexión digital”, lo que en terminología anglo sajona se ha venido a denominar “FOMO”, (Fear of Missing Out), o “temor a perderse algo”.
Esta nueva tendencia está generando un innegable impacto psicológico que deriva en problemas de conducta, dificultad para auto regularse a nivel emocional y, por supuesto, un desafío en la capacidad de las familias y en los y las profesionales de la educación, junto a los psicólogos educativos, para poner límites y hacer que estos se respeten. Los primeros, dentro y fuera de casa, y los segundos, en el interior de los centros educativos.
Los medios de comunicación y nuestro propio entorno, nos muestran cada vez más a menudo familias que se encuentran desbordadas ante la situación que, incluso, ha llegado a propiciar iniciativas de madres y padres ante el Congreso de los Diputados solicitando legislación al respecto, aunque siempre en el terreno de lo público, lo que tampoco resolvería la problemática en el ámbito privado.
En una sociedad con demasiados, medios para conectarnos, pero mal utilizados, cada vez son más quienes se comunican a través de mensajes de texto o de audio en vez de hacerlo con una llamada telefónica, lo que, paradójicamente, genera un alejamiento del contacto entre personas.
Mientras las asociaciones de madres y padres buscan soluciones, y los legisladores ponen en marcha herramientas, en el Colegio Oficial de Psicología de Castilla-La Mancha queremos analizar y debatir acerca de esta problemática, y de cómo la educación puede contribuir a solventarla.
Es innegable que la labor de los psicólogos y psicólogas educativos, de la mano de los y las docentes, tienen una importante labor que abordar en colegios, institutos y demás centros educativos.
De todo ellos, hablaremos en la XVI Jornada Psicología y Sociedad del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
El origen de Ciudad Real está estrechamente vinculado a los avatares del antiguo asentamiento de Alarcos. Los intentos de repoblación entre los siglos XII y XIII por parte de los monarcas cristianos en este lugar resultaron infructuosos. Es por ello que Alfonso X decidió fundar una ciudad en una nueva ubicación, a 9 km de Alarcos, en la aldea conocida como Pozuelo Seco de Don Gil. Esto ocurre en el año 1255. Mediante una carta puebla, pues, el rey concedió privilegios de poblamiento, definió el trazado de la ciudad y ordenó la construcción de una muralla que la rodease con 130 torres y 7 puertas, a la que se le dio el nombre de Villa Real.
El territorio en el que se fundó la ciudad era el corazón de los dominios de la orden militar de Calatrava. Alfonso X, con ello, quería contrarrestar la enorme influencia de esta orden militar, protagonista de las guerras de la reconquista, creando así una localidad de realengo sometida a su autoridad.
La población se asentó con diferentes grupos de habitantes según su religión (cristiana, musulmana y judía). Y ha de decirse que Villa Real contaba con una de las juderías más importantes de Castilla.
En la pugna con la orden de Calatrava, que fue constante desde su fundación, tuvo especial importancia la concesión del título de ciudad por parte de Juan II en 1420, como reconocimiento por su apoyo al rey contra las órdenes militares, precisamente. De este modo, a partir de este momento la ciudad pasó a llamarse Ciudad Real.
Desde su fundación hasta el siglo XV Ciudad Real vivió una época de crecimiento y esplendor. El aumento de la población y de las actividades productivas como las de la lana, el cuero o el vino, llevaron a los Reyes Católicos a privilegiar a la ciudad ubicando aquí instituciones administrativas de gran importancia. Tal fue el caso del Tribunal del Santo Oficio, que se estableció aquí en 1483. En 1494 lo haría la Real Chancillería, principal órgano de justicia del reino. Estos organismos tuvieron su sede temporalmente en la ciudad y marcaron el momento de mayor auge. A ello le siguió un progresivo declive agravado por la expulsión o conversión de los grupos de religión judía e islámica.
En 1691 Ciudad Real fue denominada capital de la comarca de La Mancha. Sin embargo, Almagro le arrebatará este puesto en 1750 al ser durante siglos la sede administrativa de la Orden de Calatrava, lo que se tradujo en un importante desarrollo de esta localidad. En 1833, finalmente, se crea la provincia de Ciudad Real, con Ciudad Real como capital.
Por su parte, la Guerra de la Independencia llega a Ciudad Real con la derrota de las tropas españolas a manos de las fuerzas napoleónicas en los puentes del Guadiana, llegando a ocupar la ciudad hasta 1813.
Ciudad Real y su provincia, durante la primera mitad del siglo XIX, vivieron una etapa de estancamiento marcado por el descenso poblacional, las malas comunicaciones, la escasa inversión y la excesiva dependencia del medio agrario. La situación comenzó a cambiar durante la segunda mitad del siglo XIX por la fuerte inversión que se hizo en las comunicaciones en esta tierra. Así, en 1861 se inaugura la primera línea de tren destino Ciudad Real-Almagro y, para dar salida a la riqueza agrícola y minera de la provincia, se complementan las líneas con conexión hacia Alcázar de San Juan, Madrid (en 1879) y Badajoz. Tal fue su desarrollo, que Ciudad Real llegó a tener hasta dos estaciones de ferrocarril. Este momento de esplendor se ve ilustrado con la construcción de algunos de los edificios más bellos de la ciudad, como el Gran Casino o el Palacio de la Diputación.
Durante la Guerra Civil, Ciudad Real permaneció en la retaguardia, en el área de influencia republicana. La ciudad fue rebautizada durante estos años con el nombre de “Ciudad Libre”.
Ya en pleno siglo XX, Ciudad Real vivió una incipiente industrialización, particularmente centrada en el sector alimentario que, como en el resto de núcleos importantes, fue acabando con los modos de vida tradicionales, ligados a la tierra. Sin embargo, la nota dominante fue la consolidación de la capital como sede administrativa y del sector servicios como su principal actividad económica. El gran proceso urbanizador de este periodo, la segunda mitad del pasado siglo, fue dando a esta ciudad su forma actual. De este momento es el característico Ayuntamiento, construido en 1976.
La fundación de la Universidad de Castilla-La Mancha en 1985 y la apertura del Campus de Ciudad Real han aportado un enorme dinamismo a la capital. No en vano, el rectorado de esta universidad regional se encuentra en Ciudad Real. Ya en las últimas décadas la ciudad ha disfrutado de un importante crecimiento demográfico y económico, no sólo por el auge de la universidad, sino por la inauguración de la línea de AVE y su estación en Ciudad Real, que proporcionó una comunicación directa y fluida, particularmente con la capital nacional.
En la actualidad, Ciudad Real ha seguido la estela del crecimiento, tanto en población, como en servicios. La capital ha superado su tradicional aislamiento posicionándose sólidamente gracias a su ubicación privilegiada y a sus buenas comunicaciones. Una ciudad moderna y habitable, que se esfuerza día a día por el bienestar de sus habitantes.
Fuente y más información: www.turismo.ciudadreal.es
Hotel NH Ciudad Real
C/ Alarcos Nº 25
13001 – Ciudad Real
María Dolores Gómez Castillo.
Decana del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Olga Moraga Amaya.
Vicedecana del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
María del Mar Aguilar Uceda.
Secretaria del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Catalina Fuster Bennasar.
Vicesecretaria del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Isabel Hinarejos Gómez.
Tesorera del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Margarita Velascoín González-Tejero.
Vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Darío Nuño Díaz Méndez.
Vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Isidro Sánchez Rubio.
Vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha.
Comité técnico.
Jael Ardila.
Administración.
María Dolores López Armero.
Administración.
Victoria Buendía.
Administración.
Juan Luis García.
Comunicación.
Pilar Calvo Pascual. Psicóloga General Sanitaria, Psicóloga Educativa y Posgrado en Neuropsicología Clínica. Coordinadora de la División de Psicología Educativa del Consejo General de la Psicología de España desde 2014. Decana del Colegio Oficial de Psicología de La Rioja desde 2012.
José Antonio Luengo Latorre. Psicólogo Sanitario. Experto en Psicología Educativa. Catedrático de Enseñanza Secundaria, en la especialidad de Orientación Educativa, Atención Temprana y en Intervención en centros educativos problemáticos. Decano del Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España. Presidente de la Fundación del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Presidente de la Fundación del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
Darío Nuño Díaz Méndez es licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, así como Doctor Europeo en Psicología con Premio Extraordinario por la Universidad Autónoma de Madrid y London School of Economics and Political Sciences. Su tesis, de título “La evaluación del bienestar y su relación con la salud. El Modelo del Estado Completo de Salud”, obtuvo el Premio Extraordinario de Doctorado en la convocatoria del año 2007. Ha sido profesor en diferentes universidades y en la actualidad es Catedrático de Psicología y Coordinador del Área Docente de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real. Es el Investigador Principal del grupo de investigación consolidado EMOCOG de la UCLM y sus líneas de investigación se centran en el estudio del bienestar, la cognición y metacognición social en ámbitos vinculados con la salud. Cuenta con acreditación profesional del Consejo General de la Psicología como Psicólogo General Sanitario.